Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2014

LOS CUENTOS DEL DIABLO - I

Imagen
¡Hola-hola!, ¿cómo estás? Soy tu amigo El Diablo ¿Cómo te va, viejo zorro? ¡Cuánto tiempo..!  No por favor, no me aburras con esa cantinela. No digas que no me conoces, ni que no quieres saber nada de mí. Sabes de sobra que no es así. Nos conocemos desde que tienes uso de razón, y siempre has crecido conmigo al lado. ¡Con la de cosas que hemos hecho juntos, no lo niegues ahora...!  ¿Te acuerdas? Siendo tú un bebé, te enseñé a ser egoísta para sobrevivir, y a centrarte en tus necesidades antes que cualquier otra cosa. Así aprendiste a llorar con toda tu fuerza cuando te faltaba la comida ante tu agotada madre.   Y también fui yo el que te mostró el deseo de tener los juguetes de tu amiguito de la guardería, y   el que te dio la idea de meterlos en tu mochila y llevártelos a tu casa. Y cómo no; también el que hizo que montases el pollo a los siete años para ir a la piscina cuando tu padre acababa de venir cansado del turno de noche.   Y todo por una sencilla razón:

ANITA

ANITA Capítulo 1 http://www.youtube.com/watch?v=OMGx6Pk9rHs La recuerdo con tanta facilidad como si estuviera ante mí. Su cara colorada y pecosa era transparente a las emociones. Aún así, siempre regalaba sonrisas a todo el mundo, incluso a los desconocidos. Su pelo rubio se le enmarañaba debido a que siempre se quitaba el pasador porque le molestaba llevar cosas en la cabeza. Y sus pies parecían no tocar el suelo cuando corría calle abajo, quizás debido a la ligereza de su alma. Ella me enseñó que la fragilidad es poderosa; y que lo mismo que el agua, que penetra por los resquicios y horada la piedra más dura; también Anita cambió al corazón de quienes la conocieron, y les devolvió la capacidad de conmoverse incluso a los más fríos. Aunque han pasado más de veinte años desde que la conocí, y aunque no fueron más de tres días de conversaciones casuales, su recuerdo me acompaña desde entonces. Incluso hoy, que escribo sobre ella por primera vez, si cie